Las praderas de Posidonia oceanica reciben altos impactos causados por las diversas acciones humanas de alteración ambiental (actividades antropogénicas) que se relacionan o tienen contacto con el medio marino.

El exceso de entradas de nutrientes al mar, como las depuradoras de los regadíos que introducen aguas con una alta concentración de nitrógeno y las desaladoras que aumentan el umbral de salinidad medio en el que vive adaptada esta especie; la erosión costera; impactos mecánicos como la pesca de arrastre, las construcciones costeras y el dragado de arenas del fondo marino; la rápida propagación de especies invasoras y el cambio climático son causa de la rápida pérdida de la Posidonia oceanica.

Las disminuciones de Posidonia oceanica se atribuyen en un 67.6% a impactos humanos, tanto locales como globales, incluyendo la pérdida de transparencia del agua (turbidez) y la deposición en el fondo marino de materiales nocivos (sedimentación), la erosión costera, el fondeo, la pesca de arrastre, los trabajos costeros, el rellenado de playas, el calentamiento climático y las aguas marinas térmicas y desaladoras. La contaminación química del agua por el aporte excesivo de nutrientes (eutrofización costera), deriva de las aguas residuales urbanas, industriales, agrícolas y acuícolas; estos impactos han afectado aproximadamente en un 30% a la disminución de las praderas. Los impactos biológicos, siendo estos causados por la propagación de especies de algas invasoras, entre otros, han producido daños en la Posidonia oceanica en alrededor del 2.4%. En general, la pérdida de pastos marinos en el 39% de las praderas en declive se atribuye a más de una presión en acción conjunta.

Principalmente, las causas del deterioro de las praderas de Posidonia oceanica han sido alteraciones que afectan a una escala local, pero, sobre todo desde las últimas dos décadas, estos trastornos vienen de una escala de efecto global, siendo éste el cambio climático y la propagación de especies tóxicas invasoras. Estas amenazas a las praderas de Posidonia oceanica deben ser un reclamo para la implementación urgente de medidas de manejo y conservación, que permitan evitar su pérdida y la actuación en su revegetación, así como la inversión en la investigación y en el desarrollo de nuevas tecnologías para ello y conseguir conjuntamente evitar el deterioro costero con acciones locales y globales.