Las medidas y la legislación que ya lleva varios años teniendo en cuenta la protección del medio ambiente, se han conseguido gracias a las nuevas demandas de la sociedad, que tanto de forma individual como colectiva ha ido presionando tanto a empresas como a las Administraciones públicas. Es por esto que para que se siga avanzando se necesita que sigamos demandando leyes concretas que protejan el medio ambiente además de dirigir nuestro consumo hacia empresas que tengan prácticas sostenibles en cuanto a la gestión de sus residuos.
Actualmente existe un enorme problema ambiental generado por los plásticos, que debemos resolver. En España, la recogida de residuos plásticos está regulada fundamentalmente por dos leyes: la Ley 10/98, de 21 de Abril, de Residuos, derogada en favor de la Ley 11/97 de 24 de Abril, de Envases y Residuos de Envases, y a nivel europeo el tratamiento de residuos de plástico aparece reflejado en la Directiva sobre residuos y en la Directiva sobre el residuo de envases.
En la IV jornada sobre Plásticos y Economía circular, el presidente de CICLOPLAST, Marcelo Miranda, manifestó lo siguiente: “Las instituciones y el conjunto de las administraciones públicas deben establecer un marco regulador acorde, que reconozca con realismo la intensidad del cambio requerido y la progresividad necesaria para alcanzar las metas. Todo ello dirigido a minimizar los impactos al medio ambiente, siendo prudentes en la implantación de nuevas soluciones que deben ser racionales en su relación coste e impacto”.
Teniendo todo lo anterior en cuenta, y debido al daño ambiental , se han realizado varias demandas a las empresas, para que tomen su responsabilidad en el tratamiento de los plásticos de un solo uso:
- Un avance progresivo hacia la ausencia de producción de envases de un solo uso
- Crear una legislación que incentive la reutilización y retorno de envases promoviendo una economía circular real. Un ejemplo de esto sería que la administración se encargará de poner en contacto a las diferentes empresas con el objetivo de que estas puedan poner llevar a cabo prácticas que sean acordes con una economía circular, ya que los residuos generados por una empresa pueden suponer la materia prima que otra empresa necesite para su producción .
- La prohibición de la exportación de residuos plásticos a países con menor capacidad de gestión, y control e investigación de traslados ilícitos
- Una penalización de prácticas de gestión de residuos como la incineración de plásticos.
Por otro lado, las empresas que manejan los plásticos tienen la obligación legal de recuperar y reciclar el 100% de los envases vendidos, pero eso supone un gasto que no están dispuestas a tener, lo que conlleva un sobrecoste a los ciudadanos, quienes tienen que pagar la recuperación y tratamiento de esos residuos. A esto debemos sumar el gran daño al medioambiente que los plásticos generan, pues se convierten en microplásticos, que se acumulan en el mar y son ingeridos por los animales que habitan en este medio, y de los que nos alimentamos.
En The Isbjorn Collective te invitamos a reivindicar ante las Administraciones públicas, la desaparición de los plásticos de un solo uso.
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