(Imagen de Chesapeake Bay Program, flickr)

Se llevan encontrando microplásticos en el estómago de las aves desde la década de los 60, esto nos da una idea de la magnitud del problema y del tiempo que lleva teniendo repercusiones en el ecosistema, además, hay que tener presente, que debido a sus características su capacidad de ser tan fácilmente dispersados por el mar, han sido transportados  a ecosistemas tan alejados de los seres humanos como el Ártico.

En un primer momento, cuando se empezó a producir,  y sobre todo a desechar residuos sin ningún tipo de gestión adecuada, estos elementos plásticos que poco a poco se iban acumulando en el mar, no nos suponían ningún problema siempre y cuando se encontraran a una cierta distancia, ha sido en el momento en el que hemos sido conscientes de que estábamos consumiendo aquellos residuos de los cuales nos despreocupamos en su día, cuando hemos empezado a analizar cuál ha sido el trayecto recorrido de estos plásticos hasta acabar en nuestro plato.

(Imagen de John Turnbull, flickr)

La mayoría de los estudios realizados en animales marinos, tenían como objetivo analizar el consumo humano de microplásticos a través del pescado, por lo que se han centrado en este tipo de organismos, pero en realidad una manera de ver como los plásticos y microplásticos pueden tener un efecto dominó en todo el ecosistema marino, es estudiando las especies consideradas claves en las cadenas tróficas, ya que, se sabe que los efectos en estas tendrán repercusiones en todas las demás especies que interaccionen de forma directa o indirecta. 

Un claro ejemplo de este efecto es el caso del erizo de mar, ya que se han hecho estudios, dónde la totalidad de ejemplares de Diadema africanum tenían microplásticos en su organismo. Estos organismos bentónicos juegan un papel muy importante en el intercambio de materia y energía en los ecosistemas cercanos a la costa, ayudando a mantener el equilibrio de todas las comunidades.

(Imagen de Diego Delso, Wikipedia)

Es por esto que es importante que un problema, que afecta a tantos elementos del medio que interactúan entre sí, sea tratado y estudiado de forma global desde la multidisciplinariedad con una visión menos antropocéntrica pero teniendo en cuenta el peso y las consecuencias que tienen nuestras acciones.